El IEP surge casi por una necesidad. De hecho, el IEP lleva años existiendo, aunque sin darle forma, nombre y visibilidad. Creado por dos mujeres que fueron pioneras en el sector de la pediculosis en el año 2013, cuando nadie sabía aún que existían centros para eliminar piojos y liendres.
Tras diez años posicionadas como referentes en su sector y con la satisfacción de haber ayudado a numerosas familias, decidieron aunar fuerzas dando forma al IEP.
Ahora, con un método probado, bien definido, eficaz y profesional y con un modelo de negocio que es rentable y sostenible en el tiempo, se lanzan al mercado con el propósito de formar a buenos profesionales: Hay mucho intrusismo en el sector, la gente. . . . . Se piensa que esto de “quitar piojos” es una tarea fácil y nada más lejos de la realidad.